Rumbo al sur, el Otter, escoge una cala para abastecerse con agua fresca y madera. Tom es el primero en salir junto con Peron. Su llegada no es ni inusual ni mal recibida. Pasan cinco días allí a principios de junio de 1976 explorando la zona y como no consiguen pieles para vender, se van.
Relación con el lugar
Viajando por la isla de Vancouver desde Port Angeles en Norteamérica pensé que vería la Canadá rural. Estaba esperando quizás una imagen similar a la de la costa de Washington, pero no fue así. Es una isla urbana con montones de aparcamientos y de pasos a nivel. Hay urbanizaciones y ciudades dormitorio y solo cuando llevaba unas horas en la carretera llegué a ver una mezcla entre bosque y área de recreo.
Había tensiones entre los habitantes de la costa y los tripulantes europeos en la época en la que Tom llegó allí. Los habitantes querían ollas de hierro o cuchillos y no estaban impresionados por las jarras de peltre y los tejidos que los europeos llevaban.
Me pregunto si la tripulación a bordo del Otter se sintió confusa por el recibimiento que les hicieron allí.
Cuando llegué a Port Renfrew, que es como se llama el pueblo ahora, solo disponía de unas horas para dar una vuelta. El mayor impacto visual que tuve fue ver los grandes depósitos de madera arrastrada por las corrientes en la orilla de la playa. Proceden de máquinas de explotación forestal que se instalaron en el bosque en 1920 y que se llevaron en 1990.
Paseé por la arena y por el pueblo, vi el puerto nuevo y la voladura de roca usada para construir una carretera nueva. Hay casas hechas de troncos de madera por todo el pueblo, aunque parece que los leñadores se han ido todos. Me preguntaba en dónde estaría Pacheedaht, la sede del gobierno de las primeras naciones en la costa oeste de Vancouver, así que le pregunté a un barista muy moderno que había en una cafetería móvil y me señaló hacia algún lugar por el río.
Me pregunto qué conversaciones tendrían abordo del Otter en esos diez días que pasaron desde que empezaron a ver los primeros rastros de cascotes en el mar que indicaban que había tierra a la vista. Seguramente, están emocionados por la oportunidad de poder conseguir dinero que este viaje les presenta. Posiblemente, la tripulación ha invertido bastante y piensan que van a tener suerte.
El comercio de pieles de animales se basaba firmemente en establecer relaciones. Podías perfectamente llegar al campamento de alguno de los vendedores y darte cuenta de que un representante de otra embarcación ya había estado allí la semana antes y se lo ha llevado todo.
Tom tiene don de gentes y se relaciona con facilidad, pero al mismo tiempo, no es parte de la tripulación de Boston, así que se puede prescindir de él fácilmente.
Quizás alguien le indica que él va a ser el primero en salir del barco para contactar con los lugareños ya que esto es una misión arriesgada. Los enemigos capturados en el noroeste del Pacífico a menudo son tratados como esclavos y esto era un hecho bien conocido entre los marineros. Quién sabe si los lugareños se sentían insultados por la visita de la última tripulación europea que los visitó y eso podría llevar a un desenlace sangriento.
Del 18 al 23 de septiembre de 2019
Vuelo de ida y vuelta desde Escocia a América, aproximadamente 820€.
Estaba muy interesado en trabajar con la organización Ninth Wave que realiza proyectos comunitarios y medioambientales en Estados Unidos y Latinoamérica. Ya había participado en algunos proyectos interesantes con esta organización en el pasado. Su metodología se basa en la investigación abierta, y eso es algo que aprecio bastante y que encuentro muy satisfactorio a nivel intelectual, aunque no tan satisfactorio a nivel económico.
Cuatro días de alquiler de coche desde Seattle al aeropuerto internacional de Tacoma, en Álamo, aproximadamente 180€.
Tasas de acampada, $35 (33.50€) por noche y fueron un total de cuatro noches que salieron por unos 135€.
Viaje en el ferry de ida y vuelta Black Ball desde Port Angeles en el estado de Washington, Estados Unidos hasta Victoria en Columbia Británica, Canadá, 125€.
Gastos de comida, 60€.
Gasolina, 35€.
Rumbo al sur, el Otter, escoge una cala para abastecerse con agua fresca y madera. Tom es el primero en salir junto con Peron. Su llegada no es ni inusual ni mal recibida. Pasan cinco días allí a principios de junio de 1976 explorando la zona y como no consiguen pieles para vender, se van.
Relación con el lugar
Viajando por la isla de Vancouver desde Port Angeles en Norteamérica pensé que vería la Canadá rural. Estaba esperando quizás una imagen similar a la de la costa de Washington, pero no fue así. Es una isla urbana con montones de aparcamientos y de pasos a nivel. Hay urbanizaciones y ciudades dormitorio y solo cuando llevaba unas horas en la carretera llegué a ver una mezcla entre bosque y área de recreo.
Había tensiones entre los habitantes de la costa y los tripulantes europeos en la época en la que Tom llegó allí. Los habitantes querían ollas de hierro o cuchillos y no estaban impresionados por las jarras de peltre y los tejidos que los europeos llevaban.
Me pregunto si la tripulación a bordo del Otter se sintió confusa por el recibimiento que les hicieron allí.
Cuando llegué a Port Renfrew, que es como se llama el pueblo ahora, solo disponía de unas horas para dar una vuelta. El mayor impacto visual que tuve fue ver los grandes depósitos de madera arrastrada por las corrientes en la orilla de la playa. Proceden de máquinas de explotación forestal que se instalaron en el bosque en 1920 y que se llevaron en 1990.
Paseé por la arena y por el pueblo, vi el puerto nuevo y la voladura de roca usada para construir una carretera nueva. Hay casas hechas de troncos de madera por todo el pueblo, aunque parece que los leñadores se han ido todos. Me preguntaba en dónde estaría Pacheedaht, la sede del gobierno de las primeras naciones en la costa oeste de Vancouver, así que le pregunté a un barista muy moderno que había en una cafetería móvil y me señaló hacia algún lugar por el río.
Me pregunto qué conversaciones tendrían abordo del Otter en esos diez días que pasaron desde que empezaron a ver los primeros rastros de cascotes en el mar que indicaban que había tierra a la vista. Seguramente, están emocionados por la oportunidad de poder conseguir dinero que este viaje les presenta. Posiblemente, la tripulación ha invertido bastante y piensan que van a tener suerte.
El comercio de pieles de animales se basaba firmemente en establecer relaciones. Podías perfectamente llegar al campamento de alguno de los vendedores y darte cuenta de que un representante de otra embarcación ya había estado allí la semana antes y se lo ha llevado todo.
Tom tiene don de gentes y se relaciona con facilidad, pero al mismo tiempo, no es parte de la tripulación de Boston, así que se puede prescindir de él fácilmente.
Quizás alguien le indica que él va a ser el primero en salir del barco para contactar con los lugareños ya que esto es una misión arriesgada. Los enemigos capturados en el noroeste del Pacífico a menudo son tratados como esclavos y esto era un hecho bien conocido entre los marineros. Quién sabe si los lugareños se sentían insultados por la visita de la última tripulación europea que los visitó y eso podría llevar a un desenlace sangriento.
Del 18 al 23 de septiembre de 2019
Vuelo de ida y vuelta desde Escocia a América, aproximadamente 820€.
Estaba muy interesado en trabajar con la organización Ninth Wave que realiza proyectos comunitarios y medioambientales en Estados Unidos y Latinoamérica. Ya había participado en algunos proyectos interesantes con esta organización en el pasado. Su metodología se basa en la investigación abierta, y eso es algo que aprecio bastante y que encuentro muy satisfactorio a nivel intelectual, aunque no tan satisfactorio a nivel económico.
Cuatro días de alquiler de coche desde Seattle al aeropuerto internacional de Tacoma, en Álamo, aproximadamente 180€.
Tasas de acampada, $35 (33.50€) por noche y fueron un total de cuatro noches que salieron por unos 135€.
Viaje en el ferry de ida y vuelta Black Ball desde Port Angeles en el estado de Washington, Estados Unidos hasta Victoria en Columbia Británica, Canadá, 125€.
Gastos de comida, 60€.
Gasolina, 35€.
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