Tom toca tierra aquí el 12 de agosto de 1796. La autora Christina Bewley describe el puerto de San Blas como un lugar deprimente y lleno de mosquitos. Para Tom, tras cuatro meses navegando por mares peligrosos, la opción de poder pisar tierra firme es una oportunidad que no deja pasar. Desembarca junto al resto y el capitán le concede solo a él, la oportunidad de poder salir de San Blas y poder dirigirse a la próxima estación de montaña en donde las condiciones son mejores.
Si vives cerca de cualquiera de estos lugares y te gustaría ayudarme a representar las piezas del puzzle de los viajes de Thomas, por favor, contacta conmigo.